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Anteo era un personaje mitológico, una especie de semigigante.
Hijo de Poseidón, el dios del mar y de Gea, la diosa que personifica la Tierra.
Este ser tenía una macabra ocupación.
Se dedicaba a desafiar a una lucha a muerte a todos los que entraban en su territorio. En esos combates lanzaba a sus víctimas contra el suelo y luego las aplastaba.
Al parecer pretendía construir un templo a su padre utilizando como base los cráneos de sus víctimas.
Anteo se creía invencible, hasta que se topó con Hércules.
Hércules se dio cuenta que su enemigo obtenía todo su poder gracias a mantener el contacto físico con su madre, con la tierra.
Y que si conseguía elevarlo del suelo podría derrotarlo.
En la batalla que Hércules libró con el semigigante aprovechó esta debilidad y lo venció.
Bien.
El filósofo Nassim Taleb suele usar esta metáfora para ilustrar la importancia de permanecer con los pies en la tierra a la hora de tomar decisiones.
Para Taleb la única forma de no perder el contacto con la realidad es mediante lo que él denomina “Skin In the Game”.
Que básicamente significa estar expuesto a los resultados de las decisiones que tomamos, sean buenos o malos, y sufrir sus consecuencias.
Y es que en la vida en general, cuando alguien no sufre las consecuencias de sus acciones, nunca tendrá incentivos para tomar la decisión correcta.
Verás.
A lo largo de nuestra carrera hemos visto muchos proyectos en los que un mal llamado “arquitecto de software”, o la superestrella de turno, hacía un diseño grandilocuente que luego le pasaba al equipo de desarrollo para que lo siguiese a rajatabla.
El resto de developers eran poco más que unos picateclas que tenían que rellenar los módulos.
Estos arquitectos que viven en sus torres de marfil, sin “Skin in the Game”, no sufren las consecuencias de sus decisiones en sus carnes.
Ya sea porque no tienen que convivir y mantener su propio código, o porque directamente ya no forman parte de la empresa.
Vale, ¿y entonces cómo debemos programar para no caer en estos errores?
Respuesta corta:
Programando para las personas.