Software Crafters®
Academy
Programar es el arte de decirle a otra persona lo que quieres que la máquina haga
Hoy en día hay dos cosas que están claras.
La primera es que saber pedirle a una máquina que ejecute una tarea es cada vez más barato.
Y no tiene pinta de que vaya a ir a menos.
Más bien al contrario.
Sobre esto no hay duda al respecto.
Ya sea gracias a las herramientas No Code, Low Code o la generación de código por parte de los LLMs (Large Language Models) y sus aplicaciones.
Ya sabes, ChatGPT, Copilot, Sonnet, DeepSeek y compañía.
La segunda es que la sociedad siempre ha dado más valor a lo escaso, no a lo abundante.
Por eso el oro siempre ha sido una reserva de valor. Lo mismo ocurre con Bitcoin: pura escasez digital.
Y por eso, las habilidades únicas están en alza.
Por eso un chef de un restaurante de alta cocina, gana mucho más que un cocinero en McDonalds.
Es escaso. Raro. Valioso.
La realidad es que todavía hoy, reina la actitud de escribir líneas de código como si estuviéramos haciendo hamburguesas low cost.
Creemos que es low cost pero en realidad es low value + high cost.
El objetivo es cambiar la ecuación para que de verdad ahorremos costes y ampliemos los beneficios.
Low cost ignorando que entregar mucho, rápido, inadecuado y mal, es mejor que sostenible.
Con sostenible me refiero a fácil de mantener.
Y con fácil de mantener quiero decir, sencillo de cambiar.
Si cambiar, porque hay una verdad absoluta en el software: y es que si un proyecto tiene cierto éxito cambiará.
Verás, aún cuando hemos sufrido los mismos problemas, una y otra vez.
Aún cuando sabemos que las prisas nunca traen nada bueno.
Esperamos tener mejores resultados por arte de magia.
O por arte de un nuevo framework.
Cocinamos código como si fuese comida basura, sin pensar en la calidad nutricional.
Luego nos lo comemos, sin detenernos a reflexionar en las consecuencias negativas que las grasas trans tienen para la salud de los proyectos.
La única forma de cambiar estos malos hábitos es sustituirlos por otros que entreguen valor a largo plazo.
Nuestros clientes y usuarios esperan que les ofrezcamos un servicio gourmet, un código que nutra y enriquezca sus proyectos.
Sin embargo ignoran que en realidad les hemos preparado una mezcla de ultraprocesados. Pagan comida basura a precio de alta cocina.
Todos los lunes, miércoles y viernes escribo una newsletter en la que hablo sobre cómo escribir mejor código
Al suscribirte comparto contigo los mejores libros de programación o al menos los que más influyeron en mi carrera como desarrollador.
SPOILER: Entre los libros no está ni el sobrevalorado Clean Code, ni el de patrones obsoletos del Gang of Four.
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